Telefónica siempre ha sido un clásico en las carteras de casi todos los españoles que tienen acciones de bolsa. Una buena rentabilidad por dividendo y un modelo de negocio que suele dar bastante confianza en el largo plazo como inversión. No obstante, y para otros muchos, la evolución de la serie de precios suele ser aburrida, sin grandes dosis de volatilidad, donde la especulación está bastante más controlada que en otros valores.