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martes, 19 de octubre de 2010

Zeltia: los gatos turcos

Es raro ver un consultorio de bolsa, tanto en radio, en televisión o en cualquier otro medio de difusión, en el que ningún partícipante pregunte por este valor: ZELTIA. Un valor, que sin duda es uno de los protagonistas de cuantos foros bursátiles existen por internet.

Pero, ¿qué tiene para ser tan admirado y seguido por los pequeños inversores? Es difícil poder responder a esta pregunta, pero posiblemente las grandes expectativas que despierta su fármaco estrella: Yondelis, hacen pensar a los inversores en poderosísimas revalorizaciones del precio y ya se sabe... "poderoso caballero es Don Dinero".

La realidad, sin embargo, y desgraciadamente para muchos, es otra bien distinta. Desde que se dió a conocer la aprobación del Yondelis el valor de la compañía en bolsa se ha reducido a más de la mitad.

Sin más demora, pasemos a valorar el actual aspecto técnico que presenta el grupo farmacéutico:


Sinceramente, me parece una auténtica herejía poder dar un análisis técnico fiable sobre este valor, ya las pautas que suele ofrecer el análisis técnico, se escapan de los poderes de esta compañía.

Un valor que se gira e inicia tramos fuertes al alza a raíz de la difusión de buenas noticias y viceversa, donde cualquier referencia es vulnerada como si mantequilla fuese. A uno le queda la impresión que quizás una quiniela sea más fácil de pronosticar que este precio.

Aún así, daremos las siguientes referencias:
  • Soporte en la zona 3.05 € que no se deben perder en cierres.
  • Resistencia más inmediata en los 3.38 €.
En estos mometos podemos considerar al precio sumido en un lateral entre ambas referencias citadas anteriormente.

Tan sólo un apunte que espero sepa transmitir partiendo de este símil. Hace un tiempo viaje a Turquía, en concreto a Estambul, y una de las cosas que llamó poderosísimamente mi atención fue la actitud de los gatos de la ciudad. Eran tremendamente mansos, cariñosos, acudían a las llamadas e incluso se dejaban echar fotos posando, como si de un profesional se tratase, hecho al que no suelo estar habituado por parte de los felinos. Tal fue mi sorpresa, que me atreví a preguntar a los autóctonos acerca de cómo conseguían unos gatos tan amigables. La respuesta algo sorprendente: "¿son cariñosos los gatos aquí? No lo sabía, no suelo hacerles mucho caso". Rápidamente comprendí la razón por la cual eran así los gatos turcos.

En Zeltia quizás pase algo similar, mientras capte tantísima atención en los pequeños inversores es probable que el valor no tenga alegrías alcistas como antaño, a pesar de ser, como dicen algunos, un valor muy infravalorado en el precio.

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