La volatilidad del mercado

Si hay una palabra que define a nuestro mercado en estos días atrás es la volatilidad. Al igual que una montaña rusa cuando al subir y bajar hace incrementar nuestra adrenalina, el mercado nos atrae con estas dosis extra de riesgo. Pero sean prudentes y sepan que la volatilidad conlleva peligro, ya que a mayor volatilidad, mayor riesgo se asume en la operativa. La contraprestacion todos la conocen: beneficios rápidos y suculentos.

Este cocktail es tremendamente atractivo para el inversor. Es aquí donde cada cual debe conocer sus propias limitaciones. De antemano, por nuestro perfil, debemos saber si no dubitaremos en la ejecución de los stops oportunos, que en esta ocasión estarán muy alejados del precio de entrada, puesto que la volatilidad hace que las horquillas de objetivo/stop loss se amplíen considerablemente. Por contra, si operamos con stops muy rígidos, lo más probable es que se acaben ejecutándose, debido a la virulencia de los movimientos del mercado.

También, resulta muy importante adecuarse al tipo de operativa que vamos a ser capaces de utilizar. Es decir, hemos de distinguirnos del puro trader de intradía o del simple inversor que vigila las cotizaciones día a día al cierre. No podremos operar de igual forma si no es posible estar delante de la pantalla durante la sesión, lo cual implica poder chequear la cotización al minuto. Si tenemos un trabajo al que atender, por suerte o por desgracia, no podremos controlar la cotización durante la jornada laboral, a lo sumo, podremos configurar a nuestro respectivo broker para que nos alerte, bien vía SMS o llamada telefónica de posibles cruces con determinados precios.

En definitiva, y lo que trato de explicar en estas líneas, cada persona debe conocer la mayoría de sus limitaciones a priori y operar conforme a ellas. En el caso que me atañe, no puedo vigilar la cotización a diario, luego en jornadas donde la volatilidad es extrema, como las que se están sucediendo, lo más beneficioso resulta de observar, leer, aprender y analizar precios y gráficos, para que cuando la tormenta llamada volatilidad termine, poder operar con éxito y las ideas claras.